Cocinando a ciegas

Texto por el usuario de Reddit Blind Insider

El hecho de que una persona tenga discapacidad visual no implica que no pueda aprender a cocinar. De hecho hay miles de personas con problemas de visión en el mundo que son independientes y entre las actividades que realizan se encuentra preparar sus propios platillos.

Para quienes tienen la discapacidad desde su nacimiento, tal vez sea complicado explicarles al inicio lo que es una taza, un horno, un microondas, una licuadora, una estufa o algún ingrediente; sin embargo con la práctica ellos se acostumbrarán a identificar por medio del olfato, el gusto y sus manos cada uno de los ingredientes y objetos que necesitan.

En el caso de las personas que tienen una discapacidad visual adquirida, hay un punto a favor. Todos ubican perfectamente los utensilios de cocina, los alimentos y los electrodomésticos. Sólo necesitan recurrir a su memoria para recordarlos y darse una mejor idea de lo que tomarán y con qué cocinarán.

Entendemos que hay diversas razones por las que la gente aprende a cocinar.

Puede ser por gusto por la comida, por deleitar a su familia con algún platillo o por necesidad de alimentarse por sí mismos ya que no cuentan con el apoyo de nadie o viven solos e incluso para ahorrar dinero dejando de salir a comer fuera.

Cualesquiera que sean las razones por las que una persona con discapacidad visual aprende a cocinar, queremos compartirte de manera minuciosa y detallada algunos consejos útiles y prácticos para que pongas manos a la obra.

En primer lugar debes perder el miedo.

Entendemos que nadie quiere tener accidentes mucho menos si conllevan peligros tales como quemarse con fuego, con aceite o con agua hirviendo; sin embargo es necesario que aprendas a confiar en tus capacidades y que no te estreses. Si alguien te dice que no lo lograrás, no hagas caso. Todos en esta vida inevitablemente hemos tenido errores y fracasos en la cocina, pero si te armas de valor y crees en ti el miedo será parte del pasado.

Cocinar a ciegas también conlleva más tiempo por lo cual necesitas hacer uso de tu paciencia. Recuerda que entre más tranquilo hagas las cosas más atención pondrás y mucho mejor será el resultado.

Aprende a organizarte.

Esta sin lugar a dudas es una de las cuestiones más importantes antes de aprender a cocinar pues entre más orden haya tanto en tus utensilios como en tus ingredientes, más rápido encontrarás las cosas.

Puedes organizar tus alacenas de manera qué tengas fácil acceso a todo.

Escoge recipientes plásticos de diferentes formas y tamaños para que guardes cosas y trata de memorizar en qué recipiente has guardado cierto ingrediente.

Si tu memoria no es muy buena, puedes utilizar etiquetas adheribles que indiquen el contenido y apoyarte con las aplicaciones de Celular para leerlas.

Ten en cuenta que ingredientes como el aceite, la sal, la pimienta o el harina necesitan estar dentro de recipientes de boca ancha para que puedas meter una cuchara o tus dedos sin ningún problema.

También es importante que los acomodes siempre en el mismo lugar y en el mismo orden para que no te vuelvas loco buscándolos la siguiente vez.

En cuanto a los cuchillos, una muy buena recomendación es que compres aquellos que vienen con una funda incluida y todos los guardes dentro de una caja plástica con tapa para que sepas exactamente donde se encuentran y no te cortes al meter la mano para buscar alguno.

Mantén los electrodomésticos y utensilios en buen estado. El hecho de que las sartenes o las ollas estén abolladas o golpeadas implica que al ponerlas sobre la estufa no queden firmes y en algún momento se puedan mover o voltearse y con esto sí que podrías tener un grave accidente.

Procura que todas las ollas tengan su propia tapa a medida para que cuando hagas alguna sopa o caldo no las vayas a tirar y con esto también te puedas quemar.

Antes de usar la licuadora, la batidora o el procesador de alimentos siempre revisa que la parte donde van las cuchillas esté bien sellada. Si por error no está bien ajustada al momento de empezar a utilizar el electrodoméstico podría hacer cortocircuito, explotar o aventar todo el contenido provocando un desastre.

Es importante que cuando ya no utilices algún electrodoméstico que se conecte a la luz, lo desconectes por seguridad. Pues por error podrías accionar el botón de encendido y llevarte un gran susto.

Ayúdate con cintas o topes que te indiquen ciertas medidas.

Por ejemplo las de las perillas de la estufa y el horno. Es decir, si tienes fuego mínimo, medio, alto o diferentes grados puedes poner un señalamiento táctil en cada uno para que sepas hasta donde girar la perilla.

Aquí necesitarás la ayuda de alguien que si pueda ver para que te indique la posición de cada uno y tú puedas irlas aprendiendo.

También puedes poner algunos señalamientos táctiles en el microondas, pero como aquí son demasiados botones yo te sugiero que sólo pongas tres o cuatro como por ejemplo en el botón que indica un minuto, en el botón que aumenta o disminuye ciertos segundos, en el botón de inicio y stop y en el botón de las potencias.

A partir de ellos también con ayuda visual te pueden indicar los que se encuentran arriba, abajo, a la izquierda o a la derecha de los que tienes marcados e irlos memorizando para aprender a usar todo el tablero.

De hecho, a muchas personas se les facilita cocinar en microondas porque es más seguro, incluso hay recetarios completos para comidas en microondas que te podrían hacer más fácil y rápido el hecho de cocinar a ciegas.

Cuando quieras aprender a cortar cosas como vegetales, carnes o pan es importante que toques con tus manos cada uno de los alimentos para que identifiques el grosor y la textura, así sabrás de entrada cuanta fuerza le tienes que imprimir al cuchillo o a cuánta distancia tienes que hacer el corte.

También deberás aprender a posicionar tu mano de manera segura para que no te cortes tus dedos, la forma adecuada es cerrando tus dedos en forma de puño pero con tus uñas tocando el alimento o la tabla para que sólo se vean tus nudillos y de esta forma cuando el cuchillo resbale no te cortes.

Adicionalmente aprende a tomar de una manera firme el mango del cuchillo e identifica si el filo es liso o tiene dientes porque eso también implica una diferencia en el corte de los alimentos.

Si eres una persona nerviosa, tal vez sería mejor que compres algún utensilio que te ayude con el corte de alimentos.

Existen gran variedad en el mercado con los cuales sólo pones tus vegetales o la carne y presionas una tapa o una palanca y ellos cortan de manera uniforme todo.

Hay otros por ejemplo que te ayudan a picar cebollas, jitomates o cosas blandas. Todo lo que te ayude y te facilite las cosas es bienvenido.

También podrías comprar vegetales y frutos congelados que ya vienen picados y en cuanto a las carnes, puedes ir a la carnicería o al supermercado y pedir que te entreguen la pieza cortada a tu gusto.

Además sería bueno que compres un tapete antiderrapante que puedas poner en el área de la estufa para que si por error derramas algún líquido, no resbales y con eso te caigas o te viertas el contenido de las ollas o las sartenes encima.

Siempre será necesario que aprendas a guiarte por los sonidos, el tiempo y los olores.

Los sonidos te indicarán si el agua ya está hirviendo, si la carne empezó a freírse, si la salsa está burbujeando y si el microondas ya se detuvo.

Los olores te ayudan a identificar ingredientes, a saber cuándo un alimento ya no está crudo, también para saber si un alimento está en buenas condiciones o se echó a perder y en general para saber si el gas se está escapando o si algo se está quemando.

El tiempo te ayuda con la precisión, ya que algunas recetas sobre todo en la repostería te marcan minutos exactos para hornear y cocinar. Con un tiempo exacto puedes saber cuándo el pan ya se horneo, cuando un huevo ya está cocido, cuando un flan ya cuajó o cuando una carne está a término.

Y en este caso puedes comprar un reloj parlante para que programes el tiempo y te evites tener que estar revisando los alimentos.

Aquí hay una recomendación que quiero hacerte, nunca se te ocurra tocar con tus manos algo que estás cocinando pues podrías quemarte. Lo mejor es que tomes con una cuchara, una pala o un tenedor el alimento y primero soples para quitarle lo caliente y ya después lo pruebas.

Y hablando de los utensilios con los que te puedes ayudar, aparte de los relojes parlantes también existen termómetros parlantes, básculas y tazas medidoras parlantes. Todos ellos son un excelente apoyo en la cocina sobre todo si quieres que las cosas sean más precisas y seguras.

Pero en caso de que no puedas adquirirlos, siempre tendrás otras opciones. Por ejemplo una manera de checar la temperatura es poniendo tu mano arriba de la sartén a una distancia en la que no te quemes pero puedas sentir el calor para saber si ya está caliente y puedes empezar a cocinar, o como ya lo dijimos escuchando si algo ya está hirviendo pues eso te indicará una temperatura muy alta.

En cuanto a la báscula tienes dos opciones, comprar cantidades exactas para que no tengas que estar separando y midiendo o apoyarte de algunas tazas o recipientes a los que les quepa cierto contenido que te indiquen un aproximado en peso.

Y por cierto con las tasas medidoras puedes de igual manera comprar aquellas que aunque no sean parlantes ya vienen con cierta capacidad y apoyándote en la técnica del gancho donde tu dedo hace una especie de gancho que insertas en la taza y de esa manera te puedes guiar con los líquidos para saber hasta qué punto se ha llenado la misma.

Por ejemplo si compras una taza de 240 ml y sólo necesitas 120 ml para tu receta, entonces trata de posicionar tu dedo dentro de la taza más o menos a la mitad de la misma para que en cuanto vacíes el líquido y este toque la punta de tu dedo sepas que tienes la cantidad necesaria.

También para las medidas de ingredientes en polvo venden cucharas que indican cantidades exactas como media cuchara, 1/4 de cuchara, 1/8 de cuchara etc. Con esto sólo tienes que tomar la cuchara correcta que podrás identificar fácil ya que vienen todas juntas en un aro y van acomodadas por tamaños de menor a mayor y llenar al límite la misma sin que quede excediendo los bordes.

Finalmente necesitas empezar por cosas fáciles como hervir un huevo, calentar una rebanada de pan o hacer una sopa de verduras.

Conforme vayas dominando algunos platillos, podrás intentarlo con otros más complicados.

Recuerda que en la cocina todo es cuestión de práctica y pronto podrás hacer uso de tu creatividad.